Teoría del apego: Guía de los 4 tipos de apego en la infancia y adultez
- julymontoyaotalvar
- 16 sept
- 3 Min. de lectura
La teoría del apego, desarrollada por el psiquiatra John Bowlby, es uno de los marcos conceptuales más influyentes en la psicología del desarrollo. Postula que los seres humanos nacemos con una necesidad innata de formar vínculos afectivos con figuras de cuidado, un mecanismo crucial para la supervivencia y el desarrollo saludable. Este blog ofrece una guía completa sobre los principios de esta teoría y explora los cuatro principales tipos de apego, con un enfoque en su manifestación tanto en la infancia como en la adultez.
Los 4 tipos de apego y su origen
Mary Ainsworth, colega de Bowlby, amplió la teoría con su famoso experimento de "La Situación Extraña". A través de sus observaciones, identificó los patrones de apego que se forman en la infancia y que tienden a persistir en la vida adulta. Cada tipo refleja cómo el niño ha aprendido a gestionar la distancia y la cercanía con su cuidador. A continuación, se describen los cuatro tipos de apego.

Apego seguro
Se forma cuando el cuidador es consistentemente sensible a las necesidades del bebé. El niño se siente seguro, confiado y puede explorar el mundo libremente, sabiendo que su cuidador es una base segura a la que puede regresar.
En la infancia: El niño se angustia brevemente cuando el cuidador se va, pero se calma rápidamente a su regreso.
En la adultez: Son personas que confían en sus parejas, tienen relaciones estables y manejan bien la intimidad y la autonomía.

Apego ansioso-ambivalente
Se desarrolla cuando el cuidador tiene respuestas inconsistentes a las necesidades del niño. El niño, al no saber si recibirá consuelo, se vuelve ansioso e inseguro.
En la infancia: El niño se aferra al cuidador y se angustia intensamente cuando este se va, pero a su regreso, puede mostrar enojo o resistencia.
En la adultez: Suelen buscar una validación constante de su pareja, tienen miedo al abandono y pueden mostrar celos.

Apego evitativo
Ocurre cuando el cuidador es emocionalmente distante o insensible a las necesidades del niño. El niño aprende a suprimir su necesidad de cercanía para no ser rechazado.
En la infancia: El niño parece no angustiarse por la ausencia del cuidador y lo ignora a su regreso, enfocándose en sus juguetes.
En la adultez: Valoran su independencia por encima de todo, evitan la intimidad emocional y tienen dificultades para confiar en los demás.

Apego desorganizado
Es el tipo de apego más complejo y se relaciona con experiencias de trauma o miedo con el cuidador. El niño no tiene una estrategia coherente para gestionar sus emociones y se muestra confuso.
En la infancia: El niño muestra comportamientos erráticos, como congelarse o buscar cercanía y luego alejarse bruscamente.
En la adultez: Sus relaciones tienden a ser caóticas y pueden tener miedo tanto a la intimidad como a la soledad, con patrones de comportamiento impredecibles.
El legado del apego: de la infancia a la adultez
El apego es un modelo de trabajo interno que guía nuestras interacciones a lo largo de la vida. Aunque los patrones de apego se forman en la infancia, no son inmutables. Con conciencia y trabajo terapéutico, es posible desarrollar un apego seguro en la adultez, sanando heridas emocionales y construyendo relaciones más saludables.
Referencias:
Bowlby, J. (1969). Attachment and Loss, Vol. 1: Attachment. Basic Books. (Este es el trabajo fundacional de la teoría de Bowlby).
Ainsworth, M. D. S., Blehar, M. C., Waters, E., & Wall, S. (1978). Patterns of attachment: A psychological study of the strange situation. Lawrence Erlbaum. (La investigación clave que definió los tipos de apego).
Mindful.org. (https://www.mindful.org/how-attachment-theory-can-help-you-understand-relationships/) (Artículo que explica la relación entre la teoría del apego y las relaciones en la adultez).
Conclusión: un paso hacia la sanación
Entender nuestra propia historia de apego es el primer paso para sanar y construir relaciones más conscientes y plenas. No saber cómo mejorar el tipo de apego que tenemos es algo normal y muy común. Reconocer que necesitas ayuda es el acto de valentía más grande.
Como psicóloga, mi misión es ofrecer un espacio seguro para que explores estos patrones y desarrolles las herramientas necesarias para forjar un futuro emocional más seguro para ti y para tus hijos.
¿Te identificas con alguno de estos tipos de apego o te ha surgido alguna duda? Déjame un comentario; me encantaría leerte y acompañarte en este proceso de autodescubrimiento.








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